”Siguió con coraje
para así convertirse en el tesoro
de todos los mares.”
Pensemos en el mar
que le servía de cuna
y de tanto quedarse dormida
se perdió la realidad.
Como una ola a la deriva,
se convirtió en perla,
y todo el mundo veía su apariencia
no más allá de la belleza.
Sin embargo, algo olvidaron,
el valor que albergaba
dentro de su alma.
Un día despertó
y el mar embraveció.
Del impulso salió,
aprendió,
y se valoró.
Siguió con coraje
para así convertirse en el tesoro
de todos los mares.
El cuadro es: La perla y la ola, de Paul Baudry